Belgrano venció a Tigre y continúa prendido

El Pirata hizo su trabajo en casa: superó 1-0 al Matador con gol de Óbolo y quedó a tres puntos de la cima del torneo. Volvió Bolatti.

Belgrano sueña y no se quiere despertar. El conjunto de Zielinski vulneró 1-0 a Tigre en el Mario Alberto Kempes y desató la algarabía de su hinchada, que sigue fantaseando en quitarle el título a Boca, River o San Lorenzo. Además, el Pirata disfrutó la vuelta de un hombre de la casa, Mario Bolatti.

Belgrano salió de una a hacerse dueño del partido. Presionó a Tigre en la mitad de la cancha e instaló su impronta en los primeros minutos.  La cancha, en gran estado, y las enormes medidas de la misma, permitió a ambos equipos desplegar su mejor juego  y le dio un condimento de solaz al cotejo.

Tigre generó peligro de la mano de su actor principal en ofensiva: Carlos Luna. El Chino tuvo varias chances de adelantar a su equipo pero falló de cara al arco, primero tras un centro atrás desde la derecha y luego en un mano a mano ante Olave.

Del otro lado, el que no perdonó fue el local: a los 24 minutos abrió el marcador Mauro Óbolo, luego de un error combinado entre D´angelo y González Pirez tras un centro.  Belgrano, con más energías y hambriento, tuvo luego la posibilidad de irse al descanso 2-0. Pero Bolatti, quien volvía a vestir la Celeste tras ocho años, mandó su disparo por encima del travesaño.

La tónica del encuentro cambió bastante en la segunda mitad. Belgrano manejó los tiempos del partido e intentó defenderse lo más lejos de su arco, y así las aproximaciones disminuyeron. Aunque el Piratatuvo una clara otra vez con Óbolo que tapó D´angelo, redimiéndose en parte de su fallo en el primer tiempo.

Tigre estuvo a nada del empate tras un cabezazo que tapó Olave de manera estupenda sobre el final. Pero fue lo único del equipo de Alfaro, que pasó sin pena ni gloria en el complemento y ni se acercó al área rival, bien custodiada por la defensa. Y así llegó el final. Belgrano alcanzó el segundo lugar del campeonato y sigue soñando con dar la sorpresa ante los gigantes de arriba.