Los vascos festejaron la Supercopa de España luego de 31 años sin títulos. Messi había puesto el 1 a 0 y empató Aduriz.
¡Esta noche habrá fiesta vasca! Athletic Club de Bilbao festeja luego de 31 años, tras empatar ante Barcelona en el Camp Nou y aprovecharse de la goleada histórica conseguida en el Nuevo San Mamés. El conjunto de Ernesto Valverde comenzó perdiendo por un gol de Messi, pero la remontada nunca estuvo cerca y el empate de Aduriz terminó con la final de vuelta de la Supercopa de España.
El conjunto azulgrana se había conjurado intentar lo que sonaba a gesta imposible, levantar un 4 a 0 en contra, y demostró ganas durante los primeros minutos, aunque mucha imprecisión en los últimos metros. No en vano, el primer disparo al arco también tardó en llegar, mérito del planteo de Valverde.
Barcelona sufrió de lo lindo y aunque se mostró muy capaz de llegar con relativa facilidad al área del conjunto vasco, solía hacerlo muy apurado, demasiado para transferir a las ocasiones que fue generando la "precisión" que reclamaba Javier Mascherano durante la previa del choque. Tras intentarlo Messi y Pedro Rodríguez en los minutos iniciales, Gerard Piqué avisó con un remate al travesaño a los siete minutos.
Valverde pidió a sus hombres que no volvieran a permitir un remate como ese e intensificaron la presión sobre Barcelona que, asfixiado como en la ida, tuvo que volver a recular. Messi regresó a la sala de máquinas del centro del campo y Luis Suárez volvió a quedar como único hombre en punta, siempre al límite del fuera de juego. El argentino lo intentó de todas las formas posibles, pero le costó entrar en juego con el peligro que acostumbra.
Barcelona, voluntarioso, acabó desgastándose más de lo previsto, pero encontró el premio del gol al final del primer tiempo, después de un soberbio pase largo de Mascherano que Rakitic alargó hasta Suárez, que la dejó suavemente con el pecho para la llegada de Messi, que remató prácticamente a placer en el minuto 43 y estableció el 1 a 0 con el que el partido llegó al descanso.
En el segundo tiempo Barcelona acusó más que el Athletic el desgaste físico del primer tiempo. Encima, Velasco Carballo expulsó a Piqué por exigir fuera de juego a Artiz Aduriz, muy activo. Con un jugador menos, la épica estaba servida, pero el cronómetro corría implacable y a Barcelona se le acababa el tiempo ante un Athletic muy sólido, convencido de las propias posibilidades.
En el 68 Luis Enrique se la jugó a doble o nada y quitó a un centrocampista, Iván Rakitic, para dar entrada a un delantero, Munir El Haddadi. También entró Sandro Ramírez en sustitución de Pedro. Y así jugó el Barcelona hasta el final, con cuatro delanteros, todo corazón, pero completamente exhausto tras el desgaste de los primeros 45 minutos.
Con el equipo roto Aduriz no encontró ninguna oposición para batir a Bravo en el 74, dando por sentenciada la Supercopa de España y certificando el empate a 1 final que sirvió para entregarle el primer título al Athletic Club en 31 años y para despertar al Barcelona del sueño del sextete.
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