Los británicos dieron la sorpresa y se impusieron 3-1 ante un seleccionado que fue superior, pero no estuvo preciso en la definición.
Gales se niega a despertarse de su sueño europeo. El equipo de Chris Coleman se clasificó a las semifinales de la Eurocopa por primera vez en su historia, tras vencer a la siempre complicada Bélgica, que hizo todo para ganar, pero no logró ser preciso a la hora de definir las jugadas.
Los belgas se sabían superiores, al menos técnicamente, y fueron por el partido desde el pitido inicial. En los primeros 20 minutos, su juego fueron de presión constante y no tardaron en llegar al gol: a los 13 minutos, Radja Naianggolan sacó un zapatazo increíble que dejó sin chances al arquero.
A pesar del tanto, Gales terminó apelando al orgullo nacional para rehacerse en el campo e incluso empatar el partido con gol de Ashley Williams en un saque de esquina en el que la última línea belga falló de manera clamorosa, dejando completamente solo al defensor.
El partido llegó al descanso con empate en el marcador y la segunda mitad seguiría la tónica de la primera, con Bélgica al ataque para intentar recuperar la ventaja perdida. Así y todo, fue Gales en una jugada de ataque aislada quien consiguió ponerse en ventaja: Robson Kanu recibió la pelota en el área y dio una media vuelta utilizando el taco, antes de fusilar a Courtois.
Y ya en los últimos minutos de juego, con Bélgica volcada al ataque, los de Coleman aprovecharon un contragolpe para definir el partido con otro magnífico gol, a través de Sam Vokes, quien remató con el corazón de su país para hacer historia metiendo a Gales en semifinales de la Eurocopa por primera vez en su historia.
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