Alemania ha cerrado por la vía rápida su pase a los cuartos de final de Euro 2016 y, de paso, ha disipado de un plumazo todas las dudas que su fútbol generó en algunos momentos del fase de grupos con una contundente goleada por 3-0 ante Eslovaquia.
Los de Low remaron siempre con el agua a favor, ya que en la recta inicial del duelo ya tomaron la iniciativa gracias a un gran gol de Boateng. El central de Bayern Munich aparecía en el frente del área para cazar un rebote y clavarla junto al palo de Kozacik, que no pudo hacer nada para tapar el remate.
Sólo un par de minutos después Ozil tuvo la sentencia. Skrtel estuvo lento para frenar a Mario Gómez y sacó el codo a pasear cuando no debía y el colegiado lo castigó con penal. Sin embargo, el jugador de Arsenal lo lanzó a un lado pero sin ir fuerte ni colocado y Kozacik leyó su intención para detener el disparo.
El error desde los once metros no sentó bien al combinado alemán, que empezó a perder el control y sólo inquietaba en ataque de la mano de un Draxler eléctrico por su costado. Alemania sesteaba y Kucka pudo empatar a la salida de un córner pero Neuer se lució haciendo gala de su condición de ser uno de los mejores arqueros del mundo.




Los eslovacos perdonaron y Alemania no tuvo piedad. En la siguiente jugada, Draxler sentó a dos contrarios y la puso al primer palo para que el viejo rockero Mario Gómez demostrara que no ha perdido el olfato de gol y dejaba el partido visto para sentencia justo antes del descanso.
Eslovaquia bajó los brazos y Draxler, sin duda el mejor hombre sobre el terreno de juego encontró su premio. El jugador de Wolfsburgo sentenció clavando una volea en las mallas aprovechando un balón suelto, el 3-0 era incontestable.
Ahí el partido murió, Eslovaquia luchó por no encajar más goles y Alemania puedo relajarse cómodamente hasta el final guardando fuerzas para los cuartos de final, donde vendrán las curvas cuando se midan a Italia o a España, sus últimos verdugos en la Eurocopa.