Después de la goleada sufrida en Balaídos hace 10 días, el equipo de Luis Enrique cayó en el Sánchez Pizjuán ante Sevilla por 2-1.
La vida sin Lionel Messi no es igual para Barcelona. Aquel equipo que pasó por encima de sus rivales en la temporada pasada, en la que se consagró campeón de la Liga española con 94 unidades, estuvo ausente este sábado en el Sánchez Pizjuán, donde un Sevilla con varias ausencias se impuso por 2-1.
Los de Luis Enrique intentaron imponer las condiciones desde el arranque, buscando sorprender al rival con la movilidad de Neymar y Luis Suárez. La más clara de la primera mitad la tuvo el crack brasileño, que estuvo cerca de convertir con un extraordinario remate de tiro libre que no terminó en gol por muy poco.
Sin embargo, con el pasar de los minutos del conjunto local fue ganando confianza y comenzó a llegar con peligro al arco defendido por Claudio Bravo, hoy titular en lugar de Ter Stegen. Y en el inicio del complemento, Krohn-Dehli se encargó de abrir el marcador tras una magnífica asistencia de Gameiro.
El gol de Sevilla fue un duro golpe para Barcelona, que se quedó sin reaccionar y vio como los de Unai Emery consiguieron ampliar la ventaja casi de manera inmediata. Iborra, luego de un extraordinario centro de Krohn-Dehli desde el costado izquierdo, la mandó al fondo de las redes con un buen cabezazo a los 58'.
Con la ventaja de dos goles, el conjunto local retrocedió sus líneas y le dio vida a un Barcelona que parecía perdido. Cuando restaba un cuarto de hora por jugar, los de Luis Enrique descontaron por medio de Neymar, quien no falló desde el punto penal tras una dudosa mano de Tremoulinas dentro del área.
Pese a los intentos en los últimos minutos, Barcelona se quedó sin la posibilidad de igualar el encuentro y se fue con las manos vacías del Sánchez Pizjuán. Pobre presentación del conjunto catalán, que sufre su segunda derrota de la temporada y podría bajar algunos puestos en la tabla si ganan Celta de Vigo y Real Madrid.
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