miércoles, 19 de agosto de 2015

Manchester United festejó el 3-1 en el final ante Brugge.





Con una actuación fantástica de Depay, el tanto de Fellaini en el tiempo de descuento le permite a los Red Devils afrontar más holgados la revancha en Bélgica.

Manchester United consiguió una victoria que necesitaba en el partido de ida de la última ronda previa a la fase de grupos de la Champions League, con el valor agregado del gol de Fellaini a los 93 minutos para que el 3-1 signifique una diferencia un poco más holgada de cara a la revancha en Bélgica.




Fue un triunfo sufrido desde el inicio, porque el inicio fue inesperado: un tiro libre de Victor Vázquez dio en Michael Carrick y Brugge se ponía en ventaja en Old Trafford. Pero la ventaja de la visita duró solo cinco minutos, hasta que Memphis Depay, gran figura de la noche, hizo todo bien con el pecho, sombrero, cabeza para acomodar y sacar el remate. 
Si el primero fue un lindo gol, el segundo no se quedó atrás. Recibió de Blind en el vértice izquierdo y cruzó el disparo al palo opuesto, para irse al descanso 2-1.
El propio Depay casi tiene su martes ideal con un triplete, pero definió mal en varias ocasiones y el riesgo de un empate estaba latente. Cuando todo parecía terminar con apenas un gol de distancia, incluso después de la expulsión de Mechele, nuevamente el holandés apareció para servirle el gol en la cabeza a Fellaini y desahogarse en el minuto 93, en un gol que puede valer oro en los 90 minutos que restan.






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