El equipo de Arruabarrena se impuso sin problemas en Sarandí, con goles de Pablo Pérez y Jonathan Calleri, y alcanzó a San Lorenzo en la cima del torneo.
Tras la derrota ante Unión de Santa Fe y el receso por las elecciones, Boca volvía a jugar con la intención de volver a lo más alto del Campeonato de Primera División, presionado por el triunfo agónico de San Lorenzo contra Crucero del Norte. En Sarandí, al Xeneize lo esperaba un discreto Arsenal, que transita la parte baja de la tabla de posiciones.
La superioridad del equipo de Arruabarrena se notó desde el comienzo y la idea del entrenador fue soltar a los laterales, para que se sumen al poblado ataque que contaba con Calleri, Tevez y Palacios hostigando a la defensa local. Por el lado del Viaducto, a Santiago Silva, su principal carta ofensiva, se lo notó aislado y molesto por no poder participar del circuito de juego de su equipo.
Después de un par de avisos, fue Pablo Pérez el encargado de poner en ventaja al conjunto de La Ribera. El mediocampista capturó de volea un rebote que dio el arquero Limia después de un cabezazo de Fernando Gago y estableció el justo 1-0 para la visita.
En esa primera etapa, los dueños de casa no demostraron mucho, pero contaron con dos chances de convertir: una buena tapada de Sara contra el Pochi Chávez y un disparo de Ramiro López, sin marca y dentro del área, que se fue por encima del travesaño.
El complemento sirvió para que Boca ampliara su diferencia y sentenciara la suerte de un rival que no le opuso demasiada resistencia. Tevez peleó una pelota que parecía perdida sobre la línea de fondo, encaró hacia el arco y le cedió el segundo gol a Calleri, que sólo tuvo que empujarla.
En adelante, los del Vasco se dedicaron a controlar el trámite lejos de su área y casi no pasaron sobresaltos hasta el minuto final, cuando Luna pudo gritar el descuento para los dirigidos por Ricardo Caruso Lombardi. Así, el Xeneize volvió a sumar de a tres y, junto al Ciclón, mira a todos desde arriba.
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