Aunque su pase parecía caído el viernes por una inflamación en el tendón de Aquiles, el defensor convenció a la dirigencia, selló su vínculo por tres años y ya se entrenó.
Parecía que no, pero sí. Que la inflamación en el tendón de Aquiles, que la revisión médica, que las mil dudas, que posó con la nueva camiseta. Al final, Santiago Vergini se convirtió en el nuevo refuerzo de Boca luego de firmar un contrato por tres años y este mismo lunes ya se entrenó con el plantel.
El viernes por la mañana, el pase del ex-Sunderland estaba caído por una inflamación en el tendón de Aquiles del pie derecho. ¿Qué pasó en el medio? ¿Se curó mágicamente? No. Al parecer, el jugador de 27 años, con pasado en Newell's, convenció a los dirigentes de sus ganas de vestir la camiseta de Boca y logró sellar un vínculo supeditado a su productividad. Es decir, por objetivos y minutos jugados.
Según explicó el representante y el mismo jugador, la lesión existe hace tres años, pero no le impide jugar. Vergini, que llegó con el pase en su poder tras quedar libre del Sunderland inglés, jugó la pasada temporada en Getafe, de España, donde participó en 26 partidos (24 de titular).
Su llegada a Boca se produce como reemplazo de Fernando Tobio, quien luego de las semifinales de la Copa Libertadores ante Independiente del Valle de Ecuador, deberá regresar al Palmeiras de Brasil porque la dirigencia argentina decidió no hacer uso de la opción de compra fijada en 2 millones de dólares.
De esta manera, cuando Boca se prepara para visitar a Independiente de Valle, en Ecuador, por la semifinal de ida de la Copa Libertadores, Vergini se pondrá a las órdenes de Guillermo Barros Schelotto y se sumará a los tres refuerzos que ya están entrenándose con el plantel: Fernando Zuqui, Darío Benedetto y Walter Bou.
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