La Roja no tuvo compasión con el Tri y lo remató en cuartos de final. Eduardo Vargas marcó un ¡póker!, Alexis y Puch completaron el marcador.
Ni piedad, ni misericordia. La Roja borró a México de la Copa América Centenario y se instaló en las semifinales del torneo con un 7-0 que incluso pudo ser más expresivo. Eduardo Vargas, hombre que no rinde en sus clubes hace mucho tiempo, volvió a demostrar que con la camiseta de Chile es otro futbolista: cuatro goles coronaron su increíble jornada.
No era un escenario fácil. Los mexicanos coparon el Levi's Stadium para apoyar a su selección, que era candidata natural a llevarse esta copa. Pese al orden de su esquema, los del Tri fueron desdibujados por un equipo apabullante. Edson Puch, sorpresa en la titularidad, abrió la cuenta y la cerró (15' y 88').
En medio de los goles del ex delantero de Universidad de Chile, el equipo de Juan Antonio Pizzi desplegó, con holgura, los méritos para conseguir un triunfo inapelable. Eduardo Vargas, que tenía en su cabeza los problemas de salud de su madre, marcó cuatro goles (44', 52', 57' y 74') y le anularon otro. Alexis Sánchez, que se movió por todo el frente del ataque, completó la faena con un derechazo a la entrada del área chica (49'). El delantero del Hoffenheim se movió por todo el frente del ataque y el de Arsenal fue bien abastecido.
El mediocampo no sufrió en ningún momento. Marcelo Díaz fue el oxígeno del primer tiempo y tras sufrir problemas físicos, Francisco Silva lo reemplazó en el complemento. Charles Aránguiz y Arturo Vidal lideraron las transiciones y firmaron el nacimiento de la mayoría de las llegadas. Knock-out, los mexicanos no despertaron pese a los cambios y tampoco fueron capaces de acercarse a la puerta defendida por Claudio Bravo.
''Somos un país que no está acostumbrado al éxito'', dijo Bravo. Lo de hoy, es sorprendente por donde se le mire. El mundo del fútbol se saca el sombrero por Chile, que abusó de México y se instaló entre los mejores.
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