La Academía necesitó un poco más de media hora para liquidar el partido contra un modesto equipo boliviano, que no le presentó oposición en Avellaneda.
Después del agónico y festejado empate en el clásico ante Independiente, a Racing le llegó la hora del debut en la fase de grupos de la Copa Libertadores, en casa, frente a Bolívar, el campeón de la última temporada en el fútbol boliviano.
De la mano de un encendido Óscar Romero encabezando la gestación y de los punzantes Lisandro López y Roger Martínez, al equipo de Facundo Sava le bastó un tercio del encuentro para resolver el trámite. El paraguayo asistió a Licha para el primero, el colombiano armó una gran jugada individual para el segundo y Rodrigo De Paul empujó a la red una asistencia del héroe del último domingo para liquidar las acciones.
En el complemento, el equipo argentino sacó el pie del acelerador y la visita se preocupó sólo por no recibir más goles, algo que no pudo evitar cuando el ingresado Marcos Acuña amplió la diferencia a cuatro tantos. En el final, Juan Carlos Arce descontó y le dio cifras definitivas a la noche copera en Avellaneda.
Racing arrancó con el pie derecho en el Grupo 3 del certamen continental y ya piensa en los dos compromisos que se le vienen contra Boca, primero por el torneo local y luego por la Copa.
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