‘Reds’ y ‘citizens’ se dieron íntegros durante los 120 minutos de juego. El héroe fue el marfileño Yaya Touré.
Manchester City ganó de manera dramática la gran final de la Capital One Cup. En tanda de penales, los de Manuel Pellegrini fueron superiores a sus rivales, por un mejor control de nervios y más temple, sin desmerecer lo hecho por los rivales, quienes fueron muy incisivos en sus ataques.
El primer tiempo del partido fue de total aburrimiento, porque los dos conjuntos no parecían estar jugando una final, sin embargo, en la complementaria todo cambió.
‘Kun’ Agüero fue el más peligroso y antes de la anotación de Fernandinho, el argentino insinuó en varias ocasiones, pero le dejó la poste al volante y este dejó en ridículo a Mignolet.
Tras ellos, los ataques del Liverpool fueron más agresivos y con más corazón que con fútbol consiguieron el empate a diez del final por medio de Coutinho.
Con ese resultado, los clubes se jugaron la vida en el tiempo extra, 30 minutos de sufrimiento, equivocaciones, faltas y peleas, pero que no movieron el marcador hasta una definición de penales dramática.
Desde los once pasos, los nervios fueron evidentes y se plasmaron en equivocaciones para los ejecutores y valentía para los porteros, siendo Willy Caballero la figura del partido.
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