El delantero, hoy en Porto, manifestó su deseo de regresar para jugar la Copa Libertadores 2016. ¿Se podrá dar?
En el verano pasado, la llegada de Daniel Osvaldo a Boca tras un paso por el Inter revolucionó el mercado. El delantero, más allá de sus cualidades técnicas, fue un faro de esperanza para el Xeneize que necesitaba con urgencia empezar a conseguir resultados.
Sus primeras actuaciones ilusionaron a todos los hinchas, goles, carisma, liderazgo y, sobre todo, buen juego. Pero todo eso duró muy poco, la estrella de Osvaldo se fue apagando y Boca terminó una primera mitad de año envuelto en muchas dudas, que incluyó una descalificación de la Copa Libertadores tras el choque con River.
Al mismo tiempo, la vida personal y familiar de Osvaldo iba tomando ribetes muy difíciles en Argentina.
Por eso, el delantero decidió emigrar y recaló en Porto. Allí, en Portugal, aún no pudo ganarse un lugar en el equipo titular. Entonces, ahí radican las ganas de volver a Boca, donde cuenta con el aval del cuerpo técnico para llegar, pero con las dudas dirigenciales.
Hay un tema no menor: la muy buena relación de Osvaldo con Carlos Tevez (compartieron delantera en Juventus) podría hacer inclinar la balanza en el caso que Boca salga a buscar un delantero centro. Lo cierto es que hoy el puesto, y lo tiene bien ganado, es de Jonattan Calleri. Para que el Xeneize haga un movimiento de mercado para traer al hoy delantero de Porto, el exAll Boys tendrá que ser transferido, y nadie quiere pensar en eso por lo menos hasta que termine la Copa Libertadores 2016.
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