lunes, 16 de noviembre de 2015

Los equipos que pelearán por el segundo ascenso a Primera






Patronato, Ferro, Santamarina e Instituto son los cuatro clubes que, a través de un Reducido, buscarán acompañar a Atlético Tucumán a la máxima categoría.
Después del ascenso directo de Atlético Tucumán a Primera División, la segunda plaza en la máxima categoría se definirá a través de un cuadrangular que ya tiene equipos y cruces confirmados: Patronato-Instituto y Ferro-Santamarina.
Las semifinales se definirán a partidos de ida y vuelta y los dos ganadores se enfrentarán en una final que determinará el segundo ascenso. ¿Cómo les fue a cada uno en la fase regular de la B Nacional? Goal lo repasa.
Patronato 
El conjunto de Paraná se mantuvo varias fechas en lo más alto de la tabla, pero no pudo sostenerse ante el gran sprint final de Atlético Tucumán, el primer ascendido a Primera. 
El equipo dirigido por Iván Delfino no se caracterizó por tener figuras destacadas, pero sí por una solidez que lo llevó a terminar el campeonato como el menos goleado, aunque sin descuidar la faceta ofensiva: fue el segundo equipo con más anotaciones detrás del campeón.
Los dos triunfos en los clásicos ante Atlético Paraná -el último en la fecha final- y el 6-2 ante Chacarita fueron los puntos altos de una campaña que lo tuvo como protagonista y que lo posiciona como uno de los máximos candidatos a quedarse con el Reducido.
Patronato tiene una sola experiencia en Primera División, cuando disputó el Campeonato Nacional de 1978, convirtiéndose en el primer y único equipo enterriano en llegar a la máxima categoría. 
Ferro




Es, sin dudas, el equipo con más historia de los que participarán en el Reducido. Los de Caballito no juegan en Primera desde 2000, cuando descendieron de manera consecutiva a la B Nacional y a la B Metropolitana, pero disputaron 63 temporadas en la máxima categoría y lucen orgullosos en sus vitrinas el título conseguido en 1982, de la mano de Griguol.
En busca de recuperar la gloria perdida y en una etapa de reconstrucción institucional que incluyó el levantamiento de la quiebra, el club armó un equipo con jerarquía -liderado por el Pupi Salmeron- y respetó el proyecto de Broggi cuando los resultados no se daban. 
La irregularidad que mostró en gran parte del torneo no les permitió luchar por el primer ascenso, pero el juego mostrado y la actitud de los jugadores hacen ilusionar a los hinchas con el ansiado regreso a través del Reducido.
Santamarina
Fue una de las revelaciones del campeonato. El conjunto de Tandil fue el equipo que más tiempo se mantuvo en la primera posición, pero la presión lógica de un objetivo que le es ajeno y el envión de otros conjuntos más acostumbrados a ese tipo de definiciones lo llevaron a pelear por quedar lo mejor posicionado posible en el cuadrangular final.
Su fortaleza en condición de local y el hambre de gloria de un equipo que ascendió por primera vez a la B Nacional en 2014, llevaron a los dirigidos por Gustavo Coleoni a estar en la conversación por el segundo ascenso a Primera División.
Instituto
En medio de una delicada situación institucional y una deuda considerable con el plantel, la Gloria va por la revancha. Después de varios intentos fallidos en los últimos años, el conjunto cordobés se aseguró su lugar en el Reducido después de pelear hasta la última fecha con el recién ascendido Villa Dálmine y se ilusiona con dar el batacazo.
El último ascenso de Instituto a Primera División fue justamente con su actual entrenador, Héctor Rivoira, quien reemplazó a Carlos Mazzola en la 13º fecha del torneo. En el Reducido, el Chulo buscará repetir la hazaña.



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